La mayoría de nosotros siempre tenemos en mente espacios elegantes, cómodos y acogedores. Para conseguir que esto sea así, cada espacio tiene que estar decorado con materiales de la mejor calidad. No basta con adquirir un inmueble que tenga acabados a nuestro gusto, es muy importante crear ambientes al amueblar, pintar y decorar los espacios de la propiedad.

Elegir los muebles adecuados suele ser cosa fácil, pues nos regimos por el presupuesto, las dimensiones, el estilo, los colores que combinen con los pisos y paredes. Pero, ¿qué hay de las obras de arte? A muy poca gente le gusta tener paredes desnudas y, si no tenemos experiencia en el tema, es natural sentir temor de no tener “buen gusto” al elegir un cuadro o una obra de arte.  Por esta razón el mármol se ha convertido en tendencia a la hora de elegir cómo vamos a decorar nuestros espacios.

Esta piedra es un material natural que ha demostrado ser atemporal, es decir, que no pasa de moda. Lo vemos en estilos clásicos, modernos y minimalistas. Cada pieza posee una textura única e irrepetible, lo que le da un valor adicional.

Además, existen muchos colores, por lo que resulta sencillo de adecuar a cualquier proyecto de interiorismo. Los hay desde neutros hasta azules, rojos, verdes y morados. No por nada hemos visto la repetida aplicación de este material a modo de obra de arte.

La clave es muy sencilla, puedes usar piezas pequeñas, como un cuadro, recubrir todo un muro, sea de una sala, recámara o el baño. Lo importante es que funcione como un llamativo remate visual.

Se vale incluso poner ‘mármol sobre mármol’ en el caso de que ya se tenga un muro completo, por ejemplo, con carrara (blanco con vetas grises), y encima un recorte más pequeño de color contrastante.